EFECTOS DE LA PRIVACIÓN DE SUEÑO

 EFECTOS DE LA PRIVACIÓN DE SUEÑO

O lo que es lo mismo ¿qué te pasa si no te dejan dormir? ¿Sabías que no dejarte dormir es una forma de tortura? Por cierto, de las peores.

Habrás comprobado, sin necesidad de ser torturado, que tras una noche “mala” no te encuentras bien. Si en vez de una noche son varias noches, la cosa se pone seria. Dormir es vital. Necesitamos respirar, beber, comer y…dormir.

Sin respirar un ser humano “normal” podría aguantar hasta dos minutos. Después perdería la consciencia y su cuerpo volvería a respirar de forma automática. Nadie puede suicidarse dejando de respirar. Estás diseñado para “sobrevivir”.

Sin beber, y dependiendo de las condiciones individuales y ambientales, se puede aguatar entre unas horas y una semana.

Sin comer, y también dependiendo de unas cuantas variables, hasta 40 días.

Sin dormir, hasta 11 días… pero con consecuencias serias. Curiosidad: fue un estudiante de 17 años, Randy Gardner, en 1965, quien para un concurso de ciencia de su instituto batió el record de tiempo despierto, exactamente 264 horas (11 días).

En experimentos controlados, donde a los sujetos experimentales se les monitoriza continuamente y se les mantiene despiertos entre 8 y 10 días, ninguno de los sujetos mostro alteraciones serias de tipo médico, neurológico, fisiológico o psiquiátrico. Aunque sí problemas de concentración, motivación, percepción y otros procesos mentales superiores. La buena noticia es que todos se recuperaron tras una o dos noches de sueño reparador.

No obstante los sujetos de los estudios no estaban “despiertos” como lo estás tú ahora mismo leyendo este artículo. Conforme pasan los días sin dormir, aparecen “microsueños” y pérdida de funciones cognitivas y motoras.

Si buscas en internet experimentos de deprivación de sueño, ten cuidado (sobre todo si eres miedoso). Te aparecerá una imagen desagradable, por decir algo, de un supuesto individuo que fue sometido a un experimento de este tipo en Rusia. Falso, bulo, fake…

Los efectos reales de la privación de sueño son progresivos, dependen de cuántas horas estés despierto. Entre 12 y 24 horas sin dormir provocan malestar corporal, irritabilidad, y leves alteraciones de concentración y memoria. De 48 a 72 horas sin dormir aparecen ya alteraciones de los reflejos, de los tiempos de reacción, nistagmus y aumento de la somnolencia. Más irritabilidad y desánimo. Pasadas las 72 horas sin dormir aparecen las primeras alteraciones metabólicas: hipotermia unida a efectos en los sistemas endocrino e inmunológico.

Pero la privación de sueño en el entorno natural, es decir, tener “falta” de sueño de forma crónica también tiene efectos negativos.